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Dilemas sociales y comportamiento humano

Obstáculos para la cooperación: falta de honradez y el sector bancario

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MONEYBAGS2La confianza es un de los factores clave que afectan a la emergencia y sostenibilidad de la cooperación. Como afirman, por ejemplo, Acedo y Gomila, «en teoría evolutiva de juegos y economía experimental, la noción de confianza es mucho más sencilla: es una expectativa sobre el comportamiento de otro, una cierta apuesta, en la cual el sentido de compromiso mutuo y vulnerabilidad está totalmente ausente» (véase su artículo aquí). Por tanto, el hecho de que un cierto grupo de personas o tipo de compañías sea deshonesto es un descubrimiento muy importante, más aún si estamos hablando de un sector tan crucial como el bancario. Esto es lo que Alain Cohn, Ernst Fehr y Michel A. Maréchal se propusieron averiguar con un experimento, cuyos resultados se recogen en un artículo de finales de 2014 titulado “Business culture and dishonesty in the banking industry“ («Cultura de negocio y deshonestidad en la industria bancaria»).

(English version here)

Para su investigación, contaron con 128 empleados de banca de un gran banco internacional, con un promedio de más de 11 años de experiencia en la industria bancaria. La mitad de ellos trabajaban en temas bancarios propiamente dichos, como banca privada o carteras de valores, mientras que la otra mitad lo hacía en unidades de apoyo, como recursos humanos. El punto clave aquí es que el grupo se dividió en dos de manera aleatoria para someterlos a dos tratamientos distintos: uno en el que la identidad profesional se hacía explícita y otro, de control, en que no. La manera de hacer esto es inducir a los sujetos del primer tratamiento a través de una serie de preguntas previas al experimento, tales como «¿En que banco trabajas actualmente?» o «¿Cuál es tu función en el banco?». Por el contrario, los sujetos del tratamiento de control se enfrentaron a preguntas totalmente desconectadas de su trabajo, tales como «¿Cuántas horas semanales ves la televisión en media?». ¿Es esto suficiente para resaltar la identidad profesional de los sujetos? Para comprobarlo, los experimentadores pidieron a los sujetos que completaran palabras, como por ejemplo «_alor», que puede ser «valor» pero también «calor». Así, comprobaron que las preguntas sí daban lugar al efecto buscado, ya que los sujetos del grupo de control citaban términos bancarios un 26% de las veces y los del tratamiento profesional un 36%.

Hechas las preguntas, el experimento procedía de la siguiente manera (traduzco del artículo original):

Después de las preguntas, todos los sujetos llevaron a cabo anónimamente una tarea de lanzar monedas, que se ha comprobado que mide de manera fiable el comportamiento deshonesto de una manera poco intrusiva, además de predecir violación de reglas fuera del laboratorio. Las reglas requieren que los sujetos cojan una moneda, la tiren diez veces, y digan el resultado a través de un ordenador. Por cada lanazmiento pueden ganar unos 20 dólares USA si informaban de que había salido cara, o 0 si informaban de que había salido cruz. Los sujetos eran informados por anticipado de si se pagaba la cara o la cruz para cada lanzamiento concreto. Además, los sujetos eran informados de que sus ganancias sólo se pagarían si eran mayores o iguales que las de un sujeto elegido al azar de un estudio piloto. Introdujimos este elemento para imitar la naturaleza competitiva de la profesión bancaria. Dado que el máximo pago posible es de unos 200 dólares, los sujetos se enfrentaban a un incentivo considerable para mentir sobre el resultado de sus lanzamientos.

El resultado del experimento muestra que los empleados de banca se comportan de manera más deshonesta en la condición de identidad profesional. Como muestra la figura a continuación, el histograma de ganancias en la condición de control solapa muy bien con una distribución binomial, que sería la que resultaría de un comportamiento completamente honrado, siendo el promedio de ganancias un 51.6% del máximo. Por el contrario, el histograma en el caso de la identidad profesional muestra un desplazamiento hacia mayores ganancias, con un promedio de 58.2%, significativamente distinto del 50% esperado.

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Analizando en más detalle los resultados, con la hipótesis natural de que los sujetos no mienten en su contra, los experimentadores encontraron que la tasa de informes falsificados era del 16% en la condición de identidad profesional, mientras que la fracción de sujetos que mintieron era del 26% (véase la referencia original para los detalles de cómo extraer estas conclusiones). Además, encontraron que:

  • El efecto es robusto incluso cuando se controla por un amplio conjunto de características individuales tales como edad, género, educación, sueldo, o nacionalidad, de acuerdo a los correspondientes análisis de regresión.
  • El efecto no aparece porque el tratamiento fomente la competitividad, ya que no hay correlación entre la competitividad que dicen tener los sujetos y los lanzamientos ganadores, aparte de que las respuestas son similares en ambos tratamientos.
  • Los empleados en trabajos de banca propiamente dichos eran más deshonestos que los de las unidades de apoyo.
  • Los sujetos en la condición de identidad profesional estaban más de acuerdo con la afirmación de que el status social está determinado principalmente por el éxito financiero, y además un apoyo más fuerte a esta afirmación materialista está correlacionado positivamente con el número de lanzamientos exitosos.
  • El comportamiento es específico de la industria bancaria: un experimento aparte con 133 sujetos de distintos sectores no mostró efectos de la condición de identidad profesional.
  • La posibilidad de que el efecto aparezca por el concepto de «dinero», tan estrechamente ligado al de banca, se descarta mediante otro experimento adicional con estudiantes, en los cuales se les planteaban preguntas tales como «¿Cuáles son las típicas tareas de un empleado de banca?». En este caso, tanto los sujetos en el tratamiento de condición profesional como en el de control se comportaron de manera similar (y honrada).

La comparación de los tres experimentos se recoge en el panel a) de la figura que incluyo a continuación, confirmando las dos últimas afirmaciones. Es interesante notar que los autores concluyen que «la cultura dominante en la industria bancaria favorece el comportamiento deshonesto, contribuyendo así a la pérdida de reputación del sector». El que esa pérdida es importante se desprende de una encuesta realizada entre la población en general, en la que se pedía a las personas que estimara el número de lanzamientos exitosos que reclamarían distintos grupos. Como muestra el panel b) de la figura siguiente, la población cree que los médicos son más honrados que la media, mientras que, aún no siendo estadísticamente significativo, los empleados de banca son considerados más mentirosos que la población reclusa.

nature13977-f3Estoy de acuerdo con los autores en que su experimento, con todos los estudios adicionales que aporta (incluyendo varios que no he contado aquí y que se pueden ver en el material suplementario del artículo) muestra claramente que la cultura de la industria bancaria necesita una revisión seria. Mientras tanto, me pregunto qué sucedería si se empleara un procedimiento similar en un experimento sobre cooperación, digamos entre empleados de banca entre sí o entre empleados de banca y personas sin relación con el sector. ¿Habría diferencias en el comportamiento cooperativo? Me da a mí que sí, pero he hecho ya los suficientes experimentos como para saber que la vida está llena de sorpresas. ¿Alguien dispuesto a financiar el experimento?

Nota para la versión española: Uno está también tentado de conectar esto con el escándalo de las tarjetas black. Sin embargo, no creo que sea aplicable, ya que la mayoría, si no todos los presuntos implicados no tenían conocimiento alguno del sector bancario… Y es que no es condición necesaria ser empleado de banca para ser un chorizo de marca mayor.

Autor: Anxo Sánchez

Full Professor of Applied Mathematics at Interdisciplinary Group of Complex Systems, Universidad Carlos III de Madrid, Leganés, Spain, and Regular Member of BIFI, Universidad de Zaragoza, Spain

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